Debido a que su conducta agresiva es un método para obtener estatus, puede generalizarla a otros ámbitos y de no atenderse puede derivar en delincuencia y/o violencia intrafamiliar.
No logra ser empático, ni darse cuenta de la forma en que su conducta afecta a los demás.
Para el agresor, el Bullying le dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.
Tiende a culpar a los demás de sus errores, justificando así sus actos violentos. Tiene dificultades para relacionarse de una manera sana. No es aceptado socialmente por su conducta violenta.
PARA LA VICTIMA
• Lesiones fisicas
• Ansiedad
• Cuadros depresivos
• Faltar a la escuela o llegar tarde
•Baja autoestima
• Pensamientos de muerte
También se suman a eso, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución. Se puede detectar a una víctima de acoso escolar por presentar un constante aspecto contrariado, triste, deprimido, por faltar frecuentemente y tener miedo a las clases, o por tener un bajo rendimiento escolar
Aparte de eso también corresponde al plano físico presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, entre otros. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo por un acoso escolar. Antes de dar un diagnóstico al problema, es necesario que antes se investigue y se observe más al niño.
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